La neumología es la especialidad médica que se ocupa del estudio del aparato respiratorio y esto incluye tanto el de su funcionamiento como, sobre todo, el de sus enfermedades. Asimismo, se ocupa también de las técnicas de diagnóstico.
Profesionales
- Síndrome apnea hipopnea de sueño Adultos y niños
- Síndrome de obesidad hipoventilación
- Síndrome de piernas inquietas
- Patología respiratoria en el sobrepeso y obesidad
- Diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la EPOC
- Enfermedades asociadas a la EPOC
- Enfisema
- Bronquitis crónica
- Indicación y seguimiento de oxigeno domiciliario
- Enfermedades asociadas al tabaco
- Deshabituación tabáquica
- Pruebas de función pulmonar
- Tratamiento farmacológico y psicoterapia
- Neumonía
- Infecciones virales
- Bronquiectasias
- Fibrosis quística
- Tuberculosis
- Indicación de vacunas
- Estudio de la disnea
- Enfermedades respiratorias asociadas al sobrepeso y obesidad
- Enfermedades tromboembólicas
- Enfermedades neuromusculares con afectación respiratoria
- Indicación y control de ventilación mecánica no invasiva domiciliaria y de CPAP
- Enfermedades intersticiales
- Fibrobroncoscopia y técnicas derivadas
- Espirometría: curvas flujo volumen, test de broncodilatador
- Pulsioximetría basal, gasometría arterial
- Toracocentesis diagnóstica
- Toracocentesis evacuadora
- Polisomnografía
- Rx de Tórax
- TAC de Tórax
Si existe una enfermedad respiratoria, el tratamiento depende de su causa, su gravedad y sus peculiaridades específicas (inhaladores en los pacientes con asma o EPOC, antibióticos en las infecciones respiratorias, dispositivos para el sueño en la apnea del sueño, etc.)
Toda persona que quiera mantener una buena salud respiratoria debe controlar su peso, hacer ejercicio regularmente y, sobre todo, evitar el consumo de tabaco.
Si una persona comienza a tener síntomas respiratorios como tos, echar esputo, disnea (= falta de aire al ejercicio), o dolor en el tórax, puede acudir a un neumólogo, para que le realice exploraciones complementarias al objeto de establecer el diagnóstico que proceda.
- No fumar.
- Beber abundantes líquidos.
- Mantener un peso adecuado.
- Hacer ejercicio a diario.
- Vacunarse anualmente de la gripe.
- Evitar los ambientes contaminados por humo o sustancias tóxicas.
- Lavarse regularmente las manos con agua y jabón, sobre todo si se ha tenido contacto con personas que sufren una infección respiratoria.
- Evitar la exposición a agentes irritantes en el lugar de trabajo.
- Tomar los medicamentos en las dosis y según el esquema que indique el neumólogo.
- Consultar al neumólogo si se continúa con síntomas, a pesar del tratamiento que se instaure, o si se experimentan reacciones adversas a los medicamentos.