- La pediatra del Hospital IMED Elche confirma en Onda Cero que esta patología afecta a 5 de cada cien niños y se mantiene en la edad adulta en un 2% de los casos.
La enuresis (incontinencia urinaria nocturna) tipo médico, no cabe duda que el niño que la padece va cumpliendo años se convierte en un problema social.
Nunca antes de los 6 años y varones a los 6. “una patología que afecta al 16% de los niños y niñas de cinco años, al 10% de los de 6 años y a un 7,5% de niños de diez años y que se mantiene hasta la edad adulta en un 2% de los casos”
Es importante hacer un diagnóstico diferencial por parte del pediatra y pedir las pruebas complementarias cuando son necesarias para descartar que no sea una enuresis monosintomática primaria para después establecer unas pautas del tratamiento para que deje de ser un estigma y un factor estresante para la familia y el niño.
¿Es posible que la enuresis sea hereditaria?
“En los más de 20 años que llevo viendo estos tipos de casos puedo asegurar que en el 90% de los casos sí que se encuentran antecedentes familiares”.
“Es un factor determinante a la hora de afrontar el caso, ya que saben lo que supone la enuresis en la familia. De hecho, si se da la enuresis en 50 niños por cada 1000, muchos de esos 50 niños no acuden a consulta puesto que uno de los padres ya sabe cómo comportarse en estos casos y sabe que probablemente acabe por desaparecer este problema”.
¿Puede que a un niño que no presentaba enuresis y ya tiene edad para controlar le aparezca la enuresis?
“Tenemos 2 tipos de enuresis, primaria y secundaria. En este caso, nos encontramos ante una secundaria, pero pediremos pruebas complementarias para descartar cualquier otro problema”.
¿Pueden existir factores psicológicos que prolonguen la enuresis?
“Totalmente. Hemos visto que fallecimientos o conflictos familiares, o incluso un cambio de colegio puede influir en este caso”.
¿Existe algún tipo de tratamiento?
"Cuando nos encontramos con un caso de enuresis, siempre nos enfocamos primero en la parte terapeútica.
El primer paso es explicar bien todo a la familia para que no culpabilicen al niño/a. Trabajaremos la psicoeducación del niño/a para intentar acabar con el problema. Tenemos que ser conscientes que solo el 2% de casos llegan a una edad adulta, por lo que estos momentos son vitales y muy efectivos".
Si todo esto no funciona, podemos recurrir a un registro de noches secas, en las que se anotan las noches en la que el niño/a no ha hecho pipí para intentar motivarlo.
Un paso más allá es utilizar el Pipistop, sistema electrónico que se pone en el calzoncillo y que si se moja suena una alarma, que despierta al niño se levanta a hacer pipi. Se utiliza durante 4 meses y para considerar que funciona es necesario que durante 3 meses y medio no se moje la cama. Si esto no funciona, se puede acudir al tratamiento farmacológico".
